“El hombre no es más que un junco, el más débil de la
naturaleza; pero es un junco pensante. No es necesario que el universo entero
se arme para aplastarlo: un vapor, una gota de agua basta para matarlo. Pero,
aun cuando el universo lo aniquilara, el hombre sería todavía más noble que lo
que lo mata, porque él sabe que muere y conoce la ventaja que el universo tiene
sobre él; el universo no sabe nada.
Toda nuestra dignidad consiste, pues, en el
pensamiento. Por éste debemos dignificarnos, y no por el espacio y la duración,
que no podríamos llenar. Por lo tanto, esforcémonos en pensar bien: he aquí el
principio de la moral.”
Pascal, Blaise, Pensamientos, 347 (ed. Brunschvicg).
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